Esta es una receta que hace ya mucho tiempo que deseábamos compartir contigo y, por una cosa o por otra, aún no habíamos encontrado el momento.

Por fin el Otoño nos ha traído las ganas y la energía para hacerlo. Porque esta época y todos los meses que le siguen, es ideal para tomar este caldito reconfortante. De verdad, te animamos a probarla. Si lo haces apostamos a que ya no vuelves a pasar otro invierno sin ella;)

Además, este clásico de la cocina japonesa se prepara en 10 minutitos. Eso sí, por el tiempo que lleva hacerla, te recomendamos que la tomes recién hecha porque te aportará todos sus beneficios al máximo.

¿Quieres saber cuáles son? Aquí te los contamos:

 

TE NUTRE

El miso es un alimento rico en proteínas, ya que está hecho principalmente de soja y, justamente, gracias a que está fermentado, es una de las formas más saludables de tomarla.

Existen muchas variedades, cada una con su peculiar composición. Ahora vamos a detallártelas para que vayas con una idea clara de lo que quieres comprar cuando vayas a la tienda a por él. Por cierto, lo encuentras en las tiendas de alimentación bio y herbolarios.

Mugi miso: Está hecho de soja y cebada y se deja fermentar durante 18 meses. Es suave y ligeramente dulce. Nosotros es el que más utilizamos y nos gusta comprarlo sin pasteurizar. El miso no pasterurizado tiene más propiedades ya que es un alimento vivo. Lo encontrarás en nevera, mientras que los pasteurizados no están refrigerados. Eso sí, como la cebada es un cereal con gluten, este miso no es apto para celíacos.

Hatcho miso: Está hecho exclusivamente de soja y se deja fermentar durante 3 años. Es el más concentrado y de sabor más fuerte. También es el más rico en proteínas y minerales. Ideal cuando el frío arrecia o cuando nos sentimos más débiles.

Genmai miso: Está hecho de soja y arroz integral y se deja fermentar unos 18 meses. Tiene propiedades similares a las del mugí miso pero a diferencia de éste, no contiene gluten.

Shiro miso: Está hecho de soja y de arroz blanco. Es el miso de fermentación más corta, unos 3 meses. Es el de color más claro y sabor más dulce. No tiene las propiedades medicinales de los otros misos debido a su corta fermentación. Lo solemos utilizar para aliños y salsas.

Existen unos cuantos más pero estos son los más comunes, así que no nos extenderemos más.

 

TE CALIENTA

Aparte de que cualquier sopa nos calienta, la de miso lo hace especialmente ya que el miso es un alimento que nos ayuda a calentar el cuerpo. En Japón, donde los inviernos son muy rigurosos lo han usado durante siglos con este propósito. Y si además le añades jengibre fresco duplicarás su poder calorífico. Así que, este invierno ahorra en calefacción con la sopa de miso;)

 

REFUERZA TUS DEFENSAS

Se dice que en los intestinos es donde se 'cuece' nuestro sistema inmunitario y el miso es un alimento fermentado que nos ayuda a regenerar y a equilibrar la flora intestinal.

Además tiene un alto poder antioxidante y nos ayuda a aliviar la fatiga y a alcalinizar nuestra sangre. Lo que lo hace ideal para prevenir los típicos resfriados invernales.

Otro de los beneficios del miso es que protege al organismo de las radiaciones. Esto es algo que se pudo comprobar con estudios científicos en Japón, tras los bombardeos en Hiroshima y Nagasaki de la 2ª Guerra Mundial. Así que esta sopa no puede ser más oportuna para la vida moderna en la que nos encontramos continuamente rodeados de radiaciones de móviles, ordenadores...

Ah! Y tampoco olvides tomarla si te han hecho una radiografía porque en este caso también ayudará a tu organismo a reequilibrarse de nuevo.

Ahora que ya sabes un poco más sobre esta maravillosa sopa, aquí tienes la receta. Te damos la que nosotros hicimos para hacer la foto pero puedes hacerla con otras verduras que tengas a mano por casa como cebolla, zanahoria, calabaza, col, champiñones... Eso sí, no te olvides de ponerle el alga wakame!

 

 

SOPA DE MISO

 

INGREDIENTES (para 1 persona)

 

300ml de agua mineral o filtrada

1 cebolleta a rodajas finas

1 trozo de alga wakame (5cm aprox)

2 setas shiitake frescas o secas (si son secas remójalas 1 hora antes)

1 cucharadita (de postre) rasa de mugi miso

Unas rodajas de jengibre fresco

 

PREPARACIÓN

  • Pon el agua en un cazo junto con todos los ingredientes excepto el miso.
  • Lleva a ebullición y deja hervir a fuego mínimo durante 10 minutos.
  • Extrae un poco del caldo y disuelve el miso en él.
  • Añádelo a la sopa y apaga el fuego. Es muy importante que el miso no hierva si no queremos que pierda sus propiedades.
  • Sírvela al momento con unos trocitos de cebolleta (la parte verde) por encima.

Esperamos que la disfrutes y que la compartas si te ha gustado. Nos encantará saber qué tal te ha ido con la preparación y sobre todo qué tal te ha sentado;)