La verdad, nos encantan las cosas simples. Esas cosas que son tan sencillas que caben en una agenda apretada. Que no te piden demasiada atención y a cambio sí que te aportan mucho. Por eso hemos decidido regalarte esta receta y contarte lo que sabemos sobre cómo mimarte con dulces saludables que te reconforten y te dejen con una sonrisa en los labios en un día cualquiera.

¿Te has preguntado por qué nos atraen tanto los dulces?

Al inicio de nuestras vidas, por lo general, el primer contacto que tenemos con un alimento es cuando somos amamantados por nuestras madres. ¿Y a qué sabe la leche materna? ¿No lo recuerdas? Sinceramente nosotros tampoco pero por lo que sabemos es básicamente dulce. Quizás tenga esto algo que ver con esa atracción tan emocional por el sabor dulce...

El dulzor tiene esa cualidad mágica de aportarnos placer, alegría, relajación, calidez. ¿Quién no ha entrado en una especie de trance mientras se comía su helado favorito? Al dar la primera cucharada entras en otra dimensión... los problemas y preocupaciones se desvanecen... y, de repente, en el mundo ya sólo existe el helado y tú.

Eso está bien. Pero cuando se acaba la verdad es que a veces dan ganas de llorar o de salir corriendo a la heladería a por otro. Y aquí es donde empieza el mmmm, no debería.... mmmm, así nunca me voy a quitar estos kilos de encima... mmmm, ¿¿¿Pero por qué tienen que estar tan buenas todo las cosas que no debería comer??? :/ ¿Te suena? ¿Y a quién no?

Un descubrimiento que lo cambió todo...

A nosotros durante muchos años también... Pero un buen día todo cambió... Fue el día en que probamos una compota de manzana absolutamente de-li-cio-sa que no llevaba ni una pizca de azúcar. Fue en un curso de cocina Macrobiótica. Todavía recordamos la incredulidad que sentimos de que aquello llevase tan sólo manzanas y ¡¿una pizca de sal!? Nada más.

Quizás también ha llegado la hora de que todo cambie para ti también.  De que descubras el dulzor natural y de que les des la bienvenida a los postres de los que sí que puedes repetir hasta sentirte satisfecha. Que por cierto, será mucho antes porque entre sus virtudes se encuentran el ser reconfortantes y relajantes y, a la vez, no provocar adicción.

Por todos es sabido que consumir azúcar a diario, sobre todo en dosis elevadas, puede producir obesidad, riesgo de contraer diabetes, hiperactividad, caries, desmineralización, altibajos emocionales... ¿Realmente vale la pena cuando disponemos de alternativas más saludables y más deliciosas si cabe?

Aquí te dejamos con una de ellas y te garantizamos que no será la última que podrás descubrir en nuestro blog porque nos encanta inspirarte y ofrecerte alternativas para que disfrutes cuidándote.

Una cosa más...

Antes de que corras a la cocina a prepararla queremos presentarte a uno de sus ingredientes. Creemos que merece la pena que le dediquemos unos minutos. Se llama Kuzu. ¿Suena a chino, verdad? Lo es.

Es un ingrediente muy utilizado tanto en la Medicina Tradicional China como en la cocina japonesa. En este último país es muy conocido y apreciado en su gastronomía y se utiliza en muchos platos tradicionales como espesante. Vendría a ser lo que para nosotros es la maicena. Sólo que en este caso es el almidón que se extrae de la enorme raíz de una planta trepadora llamada Pueraria Lobata.

Es un ingrediente curioso porque tanto posee unas propiedades culinarias muy destacables por su delicada textura y sabor como también unas maravillosas propiedades terapéuticas que se vienen usando desde hace miles de años. ¿Te apetece conocerlas?

  • Se utiliza como regulador intestinal. Gracias a su contenido en  isoflavonas es efectivo para ayudar a regenerar la flora intestinal.
  • Alivia los dolores de cabeza. Presenta una interesante eficacia en caso de migrañas, siendo útil también para los vértigos.
  • Revitaliza el organismo y reduce el cansancio crónico. Es un vigorizante natural que aumenta la resistencia tanto física como mental al ayudar a alcalinizar la sangre.
  • También se está utilizando para tratar las adicciones a ciertas drogas como el alcohol, el tabaco... ya que reduce los síntomas de la abstinencia.

Impresionante verdad? Ahora sí, te dejamos con la receta. Y esperamos que también con la motivación para acercarte al herbolario más próximo a hacerte con un paquetito de esta maravilla natural que es el kuzu. Esperamos que la disfrutes y que nos cuentes qué tal te ha salido. 

 

 COMPOTA DE PERA Y VAINILLA

 

INGREDIENTES

4 peras maduras

1 cucharadita de kuzu

1/2 vaina de vainilla

1 anís estrellado (opcional)

1 pizca de sal

Agua

PREPARACIÓN

  • Pela y corta las peras a trozos medianos.
  • Ponlas en un cazo con un fondo de agua de un dedo de profundidad junto con los demás ingredientes (excepto el kuzu).
  • Llévalas a ebullición, baja el fuego al mínimo y cocínalas durante 20 minutos.
  • Disuelve el kuzu en un poquito de agua fría y añádelo a las peras.
  • Remuévelo mientras se cocina a fuego mínimo durante 2 minutos, hasta que veas que se torna transparente y espesa la compota.
  • Retira del fuego, déjala enfriar y consérvala en un recipiente de cerámica o cristal en la nevera.
  • Enjoy!

*Importante: No olvides usar agua del tiempo o fría para diluir el kuzu. Con el agua caliente se queda hecho una piedra y ya no hay vuelta atrás 😉