Una elegante bienvenida a la primavera

Este plato es una de las formas más delicadas y exquisitas que se nos ocurren de comer verdura hervida. Ya sabemos que esas dos palabras juntas, verdura + hervida, no son la panacea del encanto culinario. Más bien nos pueden sonar algo aburridas, sobre todo cuando van una en compañía de la otra.

Es una pena porque hay pocas cosas que nuestro organismo agradezca tanto como unas verduras preparadas de forma liviana.

Y ahora que tenemos la primavera a la vuelta de la esquina, este plato puede echarte una mano para desprenderte de la energía pesada y condensada que, probablemente, hayas ido acumulando durante todo el invierno.

Esto es algo que nos pasa a casi todos, ya que cuando hace frío tendemos a tomar una alimentación más rica en grasas y sal precisamente para protegernos de él.

Pero ahora que el frío se comienza a retirar, y el calor promete venir para quedarse con nosotros unos meses, sería una buena idea introducir en tu cocina preparaciones ligeras como ésta, que ayudan a desbloquear esos excesos.

Si quieres saber más sobre cómo prepararte y cómo enfocar tu alimentación en primavera, te recomendamos que le eches un vistazo a nuestro post Cocina de Primavera dedicado especialmente a ello.

Y ahora vamos a entrar en detalles para que este plato brille, literalmente 😉

Lo que pretendemos evitar

Cuando hablamos de verdura hervida, no nos referimos a esa 'pobre verdura' cocida hasta la saciedad y convertida en algo tremendamente blando y de color apagado.

Hablamos de verdura con un apetitoso color brillante y una deliciosa textura crujiente, que aporta ligereza y frescura sin llegar a enfriarnos.

Cómo conseguir un plato fresco y vibrante

El primer paso es, simplemente, hervir la verdura en abundante agua durante no más de 3 o 4 minutos. Cocinarla mucho más es un camino sin retorno hacia la pérdida de frescura.

El segundo paso consiste en pasarla por agua fría. Este detalle es esencial para cortar la cocción y conseguir unas verduras brillantes y crujientes. Lo puedes hacer pasándola bajo el grifo o poniéndola en un recipiente con agua y algunos cubitos de hielo (te recomendamos esta segunda opción para conseguir mejores resultados y, a la vez, ahorrar agua).

El tercer y último paso consiste en preparar una rica salsa para darle 'chispa' al plato. En la receta te detallamos cómo prepararla.

Si al leer la lista de ingredientes alguno te suena a chino o te cuesta conseguirlo...

Aquí explicamos qué son y proponemos alternativas:

  • Daikon fresco: Se trata de un rábano blanco japonés con excelentes propiedades para desintoxicar el hígado. Puedes conseguirlo en algunos mercados, sobre todo si son especializados, o tiendas de alimentación china. Puedes sustituirlo por rabanitos, rábano o nabos, que tienen propiedades similares.
  • Kuzu: Es el almidón obtenido de una raíz llamada 'pueraria lobata'. Son destacables sus propiedades benéficas frente a los transtornos digestivos (malas digestiones, gases, inflamaciones, gastritis...), así como sus efectos relajantes que ayudan a aliviar el estrés y superar adicciones. Como puedes ver, el kuzu no es un ingrediente cualquiera, pero la maicena o el arrurruz también te servirán para espesar la salsa.
  • Crema de almendras: Aunque no resulte extraña, hemos decidido incluirla en la lista para aclarar que no se trata de la típica crema azucarada que venden en algunos supermercados. Nos referimos a una crema de almendras que se encuentra en herbolarios y cuyo único ingrediente son las almendras crudas, nada más. También la puedes preparar en casa si tienes una batidora potente.

Siéntete libre de cambiar las verduras que te proponemos en la lista de ingredientes y adaptar la receta usando las que tengas a mano o te gusten más. No hay que olvidar que la improvisación y la creatividad son ingredientes básicos en la cocina, al menos en la nuestra 😉 ¿Y en la tuya?

 

VERDURAS A LA CREMA DE LIMÓN

 

INGREDIENTES

Para las verduras hervidas:

1 trozo de coliflor cortada en flores

2 zanahorias cortadas en láminas

1 trozo de daikon cortado en láminas

1/2 bulbo de hinojo cortado en láminas

5 o 6 tirabeques

1 trozo grande de piel de limón

Para la salsa:

1 puerro cortado en tiras finas

150ml de leche de avena o almendras (sin endulzar)

1 cucharada sopera de kuzu

150ml del agua de cocción de las verduras

2 cucharadas soperas de crema de almendras

1 pizca de ralladura de limón (con cuidado de no rallar la parte blanca)

Pimienta recién molida al gusto

Aceite de oliva virgen extra

Sal marina

PREPARACIÓN

  • Hierve las verduras en abundante agua, con un poco de sal y un trozo de piel de limón, durante 3 o 4 minutos.
  • Pásalas por agua fría para cortar la cocción y resérvalas (reserva también el agua de cocción).
  • Pon en una sartén 1 o 2 cucharadas de aceite de oliva y saltea el puerro con una pizca de sal durante 5 minutos o hasta que se haya reblandecido.
  • Diluye el kuzu en la leche de avena o de almendra fría y añádele el resto de ingredientes de la salsa mezclándolo bien.
  • Viértelo sobre el puerro salteado, ponlo a llama media-baja y remuévelo hasta que entre en ebullición.
  • Rectifica el sabor de la salsa a tu gusto y, en cuanto haya espesado, añade las verduras.
  • Retíralo del fuego y sírvelo al momento.

Bon apetit!